Covid-19 desató la mayor crisis de salud global de nuestro tiempo y esto reforzó la importancia de las innovaciones que priorizan salvar vidas. En la salud moderna, es posible percibir un avance significativo que no sería posible sin el uso de materiales plásticos.
Desde los sobres de las máquinas de resonancia magnética hasta los tubos más pequeños, los plásticos han hecho que la atención médica sea más simple, más ágil y también menos dolorosa. Las cosas fundamentales sin las que no se puede vivir, como bolsas de sangre intravenosa, válvulas cardíacas y jeringas desechables, tan necesarias para la vacuna Covid-19, están hechas de plástico.
A diferencia de los materiales metálicos, propensos al desgaste y la corrosión, el plástico puede superar el tiempo y evitar posibles complicaciones debido a la degradación. Esto no solo reduce los costos de adquisición, sino también el tiempo y el esfuerzo que se dedicarían al mantenimiento.
Con los avances en el sector salud, la versatilidad del plástico se ha podido adaptar a la naturaleza dinámica de la industria, incluyendo equipos de protección personal que han ido salvando vidas durante la pandemia como guantes, mascarillas, gorras, delantales, protectores para los pies y anteojos. .
Los plásticos también se pueden moldear según necesidades específicas en dispositivos diminutos y complejos como prótesis modernas que ofrecen mayor flexibilidad, comodidad y movilidad. Los envases de plástico, con sus excepcionales propiedades de barrera, peso ligero, bajo costo, durabilidad y transparencia, son ideales para aplicaciones médicas. Los procedimientos médicos más innovadores de la actualidad dependen de los plásticos.
En la rutina doméstica, el film plástico con protección frente a hongos y bacterias es fundamental en la conservación de los alimentos, reduce la posibilidad de problemas gástricos intestinales como intoxicaciones alimentarias y, con la pandemia, adquirió propiedades específicas frente al uso de Sars-Cov-2. para involucrar varias plataformas y equipos compartibles, previniendo la proliferación de la enfermedad. Es el caso de Alpfilm Protect desarrollado a base de micropartículas de plata y que, tras una serie de estudios para adaptar su composición, ha demostrado su eficacia antiviral frente al nuevo virus Corona.
No solo en salud, los plásticos son omnipresentes en la agricultura, la pesca, las energías renovables, el transporte, la tecnología, el comercio minorista, los textiles, los productos para el cuidado personal y todos los demás sectores e industrias que afectan directa o indirectamente nuestra vida diaria.
Tales ejemplos muestran la infinidad de soluciones que juega el plástico en la vida de las personas y revelan cuánto ha hecho posibles varias transformaciones en el mundo. Por tanto, sin hacer la vista gorda ante los daños que los residuos materiales pueden ocasionar al medio ambiente, es necesario repensar la cruzada anti-plástica que se ha apoderado de las agendas sociales en los últimos tiempos, fomentando un cambio de comportamiento en relación a la disposición y reciclaje.
Si todos los avances que mejoran la vida de las personas tienen una participación especial en los artículos plásticos, hay una necesidad urgente de encontrar un equilibrio que no excluya al material ni ignore sus defectos.
Por Alessandra Zambaldi, Directora de Comercio Exterior de Alpes